Taller de Leyendas Urbanas - La estación Alberti, del Subte Línea A

Desde hace varios años recorremos las escuelas de la ciudad compartiendo historias.En un lugar destacado de nuestro acervo se encuentran las leyendas urbanas, historias que nos dan la oportunidad no sólo de narrar aquellas que fuimos conociendo -al oírlas o leerlas en distintos libros-, sino también abrir la puerta a las historias de los chicos y chicas, que han escuchado de boca de sus primos, amigos, padres, abuelos, tíos, tías...
La siguiente es una leyenda que nos contaron las chicas y los chicos de Montserrat en un taller realizado en el 2007.
Habrá muchas más historias para compartir...


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La estación Alberti, del Subte Línea A

- ¡Yo la sé distinta! Pablo y yo habíamos terminado de contar la leyenda de fantasmas de la estación Alberdi. En ella se cuenta de dos obreros italianos que murieron en un derrumbe, cuando se estaba construyendo la estación. Sus dos espíritus -que siguen vagando por los cimientos del túnel- son los responsables de que las luces de los vagones titilen cuando pasan por allí. -¿Cómo la sabés?, le preguntamos.

A mi me contaron que cuando vinieron los ingleses a dirigir las obras del subte, vino un ingeniero que estaba casado con una chica más joven que él.
Ella se había casado con él porque su mamá le lo había pedido. Eran muy pobres, y su madre había imaginado que el rico ingeniero podía hacer que su hija saliera de la pobreza.
Al llegar a Buenos Aires, la chica no conocía a nadie. No sabía hablar en español, y tampoco lo entendía. Nunca pudo adaptarse a la nueva ciudad. Estaba encerrada todo el día en la casa, sin conversar con nadie. Sin ver a nadie. Estaba muy triste y sola.
Pasados algunos meses, empezó a pedirle al marido que, por favor, volvieran a Inglaterra. Pero como le pagaban muy bien, él le contestaba que no, que volverían cuando terminaran las obras.
Empezaron a pelear entre ellos. Todos los días discutían.
Al fin, un día el ingeniero le dijo:
- Cuando termine la estación Alberdi, nos vamos.
- ¿Y cuándo se terminará?
- Dentro de un mes.
Pero un fuerte temporal de lluvia obligó a detener las obras varios días.
Cuando pasaron las lluvias, los obreros hicieron huelga para pedir más sueldo. Al finalizar la huelga, hubo que volver a parar la obra porque no llegaban las vías para terminar ese trayecto.
Los días pasaban, y ella estaba más triste y más desesperada. Extrañaba cada vez más, y quería volver a estar con su madre, en Inglaterra.
Casi un año después de la promesa del ingeniero, se terminó por fin esa parte de la obra.
Iba a haber una gran inauguración: ¡hasta el Presidente de la empresa inglesa iba a estar presente!
- Por favor, vestite bien y ponete linda que quiero que estés conmigo ese día. Le dijo el Ingeniero, entusiasmado por el gran día.
La chica no tenía ganas de nada, salvo de volver a su lejano país.
- Está bien, vamos a la fiesta, después de la fiesta nos vamos. Extraño a mi mamá, extraño mi casa.
El día de la inauguración todo estaba listo para ser una gran fiesta de la empresa.
Pero cuando estaban por salir, llegó un telegrama de Londres. Ella la abrió y empezó a temblar. Le habían escrito que su madre acababa de morir.
Se sintió sola. Muy sola, de verdad. Sola con ese marido viejo, que ya no quería.
El marido la tomó del brazo y le dijo:
- Tenemos que ir a la inauguración. Vamos.
Ella no le contestó. Subió al coche que los esperaba para llevarlos a la estación Alberdi.
Él le murmuró:
- No me hagas quedar mal, disimulá. Llorá cuando regresemos y estemos solos.
Llegaron a la nueva estación. Bajaron las escaleras. Había mucha gente, saludaron a todos y esperaron al primer subte.
Cuando el ruido se hizo fuerte, ella se arrimó al borde del andén y mirando fijo a su marido, se dejó caer en las vías.
El subte la mató.
Desde entonces, cuando el subte está por entrar en la estación Alberdi las luces titilan. Y se puede ver una señora joven, vestida con ropas de principio de siglo, secándose la lágrimas con un pañuelito, vagando por la estación como quien está perdida, lejos de casa.


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Temas relacionados: Una historia, una película y una canción sobre el subte A


Bibliografía: La literatura como exploración



Rosenblatt, Louise M. La literatura como exploración, México, Fondo de Cultura Económica, 2002.

Louise Rosenblatt publicó este libro en inglés en 1938 y en el año 2002 se realiza la primera publicación en español. El libro plantea una serie de problemas referidos a la lectura y a la literatura que serán retomados y explorados por muchos investigadores. La literatura como exploración fue galardonado como El libro del siglo en educación por el Museum of Education de Estados Unidos, en el año 2000.

Rosenblatt además de describir el complejo proceso de la lectura, la plantea como un acontecimiento único e irrepetible que posibilita construir sobre ella una morada para albergar a la comunidad. Sostiene que la cultura escrita nos abre al encuentro con los otros y nos permite gozar de la diversidad de la experiencia humana y para que esto se efectivice el lugar de la literatura en la educación es preponderante.
No solo habla de leer literatura sino de adquirir las herramientas para leer literariamente.

El suyo es un planteamiento político, no sólo estético y educativo. Leer literatura es una experiencia, una forma de vivir vidas y emociones ajenas y así, acercarse a lo propio, una forma de enfrentar dilemas vitales. Y la formación del lector literario en la escuela abre un espacio para que vidas y emociones individuales se compartan y se discutan, para la construcción de una sociedad democrática. "La literatura ofrece un medio para desarrollar la capacidad de ponernos en el lugar de otros, de imaginar las consecuencias humanas de las alternativas políticas y económicas”.

La literatura incita a percibir, interpretar, sentir y valorar.

Considera que la lectura pone en movimiento una serie de complejas operaciones mentales, en las que se activan diferentes líneas de pensamiento y que cada lectura es un acontecimiento único, el encuentro entre un texto particular con un lector particular, en un determinado momento y bajo determinadas circunstancias. Entre el lector y texto se establecen modificaciones recíprocas en ambos sentidos.

Al plantear su modelo "transaccional” destaca la importancia de la postura del lector frente al texto y la influencia de los factores sociales y personales en el proceso de la lectura. En el concepto de “transacción”, educador y educando son a la vez “condicionados y condicionantes” y que la experiencia de la literatura es para el lector un medio de exploración en la que se activan multitud de aspectos personales, sensitivos, afectivos, imaginativos.

Este texto que conserva toda su vigencia, proporciona una fundamentación teórica que enfoca la enseñanza de la literatura no como mera información, sino como un conjunto de experiencias en las que la respuesta del lector posee un lugar preponderante.

Ana Emilia Silva.
Escuelas Lectoras



- Puede leerse un fragmento del libro, haciendo click AQUÍ.


Programa Escuelas Lectoras - Coordinación de Recursos Pedagógicos Ministerio de Educación - Gobierno de la Ciudad


El programa Escuelas Lectoras está dirigido a docentes, bibliotecarios, alumnos, equipos directivos y supervisores de todos los niveles del sistema educativo. Su propósito principal es apoyar aquellos proyectos que tengan como objetivo la formación lectora (la adquisición de competencias para el dominio de la lengua escrita, y la lectura comprensiva) y su desarrollo. Y también, alentar el diseño de nuevos proyectos y acciones sostenidas en el tiempo vinculadas con el objetivo principal. Además, quiere valorizar el importante lugar que el docente puede ocupar como un lector formado y capaz de ejercitar la promoción de la lectura con los grupos en los que se desempeña.

Escuelas lectoras reconoce a la escuela como un espacio privilegiado, en donde el fomento de la lectura, del libro y la literatura se articula con la formación de ciudadanos y ciudadanas capaces de ejercitar el pensamiento crítico y la participación activa.